«Discepolín»
Enrique Santos Discépolo. En sus fugaces 50 años brilló como compositor, actor, dramaturgo, director de cine y teatro. Nunca ocultó sus ideas políticas y señaló las injusticias sociales de su tiempo, lo que le generó críticas y hostilidad en los círculos culturales y de poder. «Murió de tristeza», dijo sobre él Alejandro Dolina.
Letras como Cambalache o Yira Yira forman parte del ADN argentino.
En su poesía conviven siempre lo existencial y lo popular:
«El verdadero amor se ahogó en la sopa
La panza es reina y el dinero es Dios»